Carta al director Día de la Infancia
Muchas veces los derechos de los niños están
olvidados, por ello queremos remarcar algunos que creemos esenciales, ya que a
menudo no somos conscientes de que los niños en su universo piensan,
reflexionan y se cuestionan sus propias preguntas e incluso nos sorprenderían
su capacidad de análisis delante de situaciones, por tanto es necesario que le
demos una información adaptada a sus necesidades y en el caso de estar enfermos,
han de ser personas activas de su propio proceso de curación.
En primer lugar pensamos que los niños deben
ser escuchados y se les debe prestar atención, ya que necesitan sentirse
valorados e importantes y muchas veces cuando les preguntamos o ellos nos dan
una opinión, deberíamos realizar una escucha activa, ya que sus palabras son
más que simples palabras y representan ese mundo interno, rico, real o
imaginario donde su mente nos aporta la belleza de esa infancia a tener en
cuenta.
Los niños tienen derecho a recibir los
tratamientos adecuados siempre y cuando lo necesiten y bajo la supervisión de
sus padres o tutores que les acompañen. Los niños aun estando en el hospital,
necesitan estar conectados con sus escuelas y no perder su realidad, ya que es
un hilo importante que les une con el exterior.
Debemos saber que cada niño es único y tiene
sus cualidades y necesidades específicas, por lo que la atención debe ser siempre
individualizada.
Es importante que los padres compartan momentos
de alegría y de preocupación con sus hijos para facilitar la interrelación y el
vínculo afectivo en ayuda del trabajo emocional, tanto interno como externo del
niño y la familia, aportando seguridades ante situaciones adversas.
Un día le preguntamos a un niño qué le
gustaría remarcar de su estancia en el hospital y así nos contestó:
“La atención
que obtuve en urgencias fue muy buena, me trataron muy bien y me explicaron
detalladamente todo lo que me harían. La cirujana supo cómo explicarme el
problema que tenía adaptándolo para que lo pudiera entender. Cuando entré en el
quirófano, lo único que recuerdo es que estaba muy asustado. Por parte de las
enfermeras y los médicos, el trato que obtuve es muy amable.”
Delante de esta frase, nuestro alumno hablaba
de la humanización en los hospitales como algo importantísimo. Esta
humanización básica les queda no como un derecho, sino como algo que marcará en
su vida un punto y seguido, y no un punto y aparte.
Nos gustaría acabar diciendo que todos y cada
uno de nosotros valoramos ese cariño, esa profesionalidad y ese respaldo tan
necesitado en momentos adversos en salud, valorando todo suceso acaecido en
nuestra vida como algo único e irrepetible. Tal es así, que nosotros desde el
Aula Hospitalaria Doctor Antoni Cambrodí del Hospital Universitari Arnau de
Vilanova de Lleida, apostamos dentro del equipo de pediatría y de manera global
por la normalización, por la educación, por la necesidad de construir un
espacio donde patología y educación se unen y se unan en beneficio de la
infancia: va por ellos, va por todos y cada uno de los niños y niñas.
Niños ingresados en el aula hospitalaria y
Aula Hospitalaria. Lleida.
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