jueves, 12 de diciembre de 2019

Resolución de las Naciones Unidas sobre la cobertura sanitaria universal




El respaldo mundial a la cobertura sanitaria universal ha venido cobrando cada vez mayor fuerza desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución en la que se destaca la importancia fundamental de la salud para el desarrollo internacional.



En dicha resolución, aprobada el 12 de diciembre de 2012, se insta a los gobiernos a adoptar medidas para garantizar a todos el acceso a servicios de salud asequibles y de calidad.
Asimismo, se reconoce el papel de la salud en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente y se insta a los países, a las organizaciones de la sociedad civil y a las organizaciones internacionales a que promuevan la inclusión de la cobertura sanitaria universal en el programa internacional de desarrollo.
En la resolución se reafirma el papel de liderazgo de la OMS en la prestación de apoyo a los países para afrontar los obstáculos que entraña poner en práctica la cobertura sanitaria universal.

El concepto de la cobertura sanitaria universal se ha ido reconociendo cada vez con mayor frecuencia en foros internacionales desde que la OMS publicó el Informe sobre la salud en el mundo 2010, titulado Financiación de los sistemas de salud: el camino hacia la cobertura universal. En relación con esos foros, cabe destacar la Declaración Política de la Ciudad de México sobre Cobertura Universal en Salud, adoptada en abril de 2012, la Declaración de Bangkok sobre la cobertura sanitaria universal, adoptada en enero de 2012, y la Declaración de Túnez sobre la optimización de los recursos, la sostenibilidad y la rendición de cuentas en el sector de la salud, adoptada en julio de 2012.

La salud es una importante cuestión intersectorial de políticas en el quehacer internacional, pues constituye un requisito indispensable, un resultado y un indicador de las tres dimensiones del desarrollo sostenible. En la resolución se invita a los Estados Miembros a que adopten un enfoque multisectorial y actúen en relación con los determinantes sociales, ambientales y económicos de la salud, con miras a reducir las desigualdades en materia de salud y posibilitar el desarrollo sostenible.

19 de febrero de 2013 -- Altos funcionarios de los ministerios de salud y finanzas de 27 países y representantes de alto nivel de otras partes interesadas de los sectores de la salud y el desarrollo se han reunido durante dos días de esta semana en Ginebra para debatir sobre cómo están avanzando los países hacia la cobertura sanitaria universal. La reunión, convocada conjuntamente por el Banco Mundial y la OMS, se celebró pocas semanas después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara una resolución en la que respalda la cobertura sanitaria universal.
«Garantizar una cobertura sanitaria universal sin empobrecimiento forma la base para lograr los objetivos sanitarios así expuestos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 
'La Salud para todos' debe ser el centro de gravedad de los esfuerzos para lograr todos los ODS, porque cuando las personas están sanas, sus familias, comunidades y países se benefician. Pero aún tenemos un largo camino por recorrer. Alrededor de 400 millones de personas –uno de cada diecisiete ciudadanos del mundo– no tienen acceso a servicios sanitarios esenciales». Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus,  Director General de la OMS
¿ Que es la cobertura sanitaria Universal? 
El objetivo de la cobertura sanitaria universal es asegurar que todas las personas reciban los servicios sanitarios que necesitan, sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos.
Para que una comunidad o un país pueda alcanzar la cobertura sanitaria universal se han de cumplir varios requisitos, a saber:
  • Existencia de un sistema de salud sólido, eficiente y en buen funcionamiento, que satisfaga las necesidades de salud prioritarias en el marco de una atención centrada en las personas (incluidos servicios de VIH, tuberculosis, paludismo, enfermedades no transmisibles, salud maternoinfantil) para lo cual deberá:
    • proporcionar a las personas información y estímulos para que se mantengan sanas y prevengan enfermedades,
    • detectar enfermedades tempranamente,
    • disponer de medios para tratar las enfermedades,
    • ayudar a los pacientes mediante servicios de rehabilitación.
  • Asequibilidad: debe haber un sistema de financiación de los servicios de salud, de modo que las personas no tengan que padecer penurias financieras para utilizarlos. Esto se puede lograr por distintos medios.
  • Acceso a medicamentos y tecnologías esenciales para el diagnóstico y tratamiento de problemas médicos.
  • Una dotación suficiente de personal sanitario bien capacitado y motivado para prestar los servicios que satisfagan las necesidades de los pacientes, sobre la base de las mejores pruebas científicas disponibles.
La cobertura sanitaria universal implica la necesidad de reconocer la función crucial que desempeñan todos los sectores para asegurar la salud de las personas, en particular los de transporte, educación y planificación urbana.
La cobertura sanitaria universal tiene consecuencias directas para la salud de la población. El acceso a los servicios sanitarios permite a las personas ser más productivas y contribuir más activamente al bienestar de sus familias y comunidades. Además, asegura que los niños puedan asistir a la escuela y aprender. 

Al mismo tiempo, la protección contra riesgos financieros impide que las personas se empobrezcan al tener que pagar de su propio bolsillo los servicios de salud. Por lo tanto, la cobertura sanitaria universal es un componente fundamental del desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza, y un elemento clave de todo esfuerzo por reducir las desigualdades sociales. La cobertura universal es el sello distintivo de un gobierno determinado a mejorar el bienestar de todos sus ciudadanos.

La cobertura universal está sólidamente basada en la Constitución de la OMS de 1948, en la que se declara que la salud es un derecho humano fundamental, así como en el programa de Salud para todos establecido en 1978 en la declaración de Alma-Ata. La equidad es un aspecto primordial. Eso significa que los países deben evaluar los progresos no solo en el conjunto de la población nacional, sino en los diferentes grupos (por ejemplo, los grupos determinados por niveles de ingresos, sexo, edad, lugar de residencia, condición de migrante u origen étnico).
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