El Colegio de Pedagogos de Cataluña considera que vivir en salud y vivenciar la salud son dos pilares fundamentales del sentido de calidad de vida de la persona, ya sea niño, adolescente o adulta. En este sentido, desde la PEDAGOGÍA abordamos el aprendizaje de hábitos saludables y la prevención, como vivir y convivir con la dolencia y con el entorno y como desarrollar procesos de aprendizaje durante la recuperación de la salud.
El Grupo de Investigación
Pedagogía y Salud, heredero del GR de Salud, Terapéutica y Calidad de Vida,
inicia una nueva etapa, en la qué presentará sus objetivos desde donde
promoverá y dará a conocer los espacios de acción pedagógica en el ámbito de la
salud, generando conocimiento mediante el estudio, la investigación y la
innovación en el área de l‘educación y la salud.
Colabora en esta
presentación la Asociación contra la Anorexia y la Bulímina (ACAB) y la
Asociación de padres y madres con niños afectados por el Síndrome Acohòlic
Fetal (AFASAF), que compartirán sus proyectos de EDUCACIÓN y SALUD.
Este acto se dirige a
todo el mundo que esté interesado con la educación y la salud, especialmente a
las familias y los profesionales.
Presentación de la Dra. Toñy Castillo
Tenía 25 años y vi como mi
tía superaba un cáncer y moría de un coma de diabetes. Ella se cuidaba su
diabetes de esta manera… si me tomo un pastel… 1 pastilla, si me todo dos 2
pastillas… a su fallecimiento reflexione mucho sobre la función pedagógica de
la salud y me convencí de la necesidad de que la pedagogía esté situado en un
lugar con mayúscula en nuestra vida saludable.
Soy Toñy Castillo y gracias por estar
aquí a todos vosotros… y mil gracias por
haber pensado en mi para representar a ese grupo de de investigación
de pedagogía y salud del Colegio Oficial de Pedagogos de Cataluña. Gracias…
Presentación de la Dra Toñy Castillo por parte de la Dra. Viqui Gómez Vicepresidenta del Colegio Oficial de Pedagogos de Cataluña |
La educación es el pilar donde se interiorizaran los aprendizajes significativos y estos vendrán condicionados por la actitud delante del proceso. Las personas transportamos toda aquellas informaciones que consideramos importante en nuestro hacer cotidiano y ellas se aplicarán o no, en función de nuestro sistema de necesidades
La Pedagogía en Salud se sitúa en el marco científico de la
Teoría de la Educación, y por tanto desde la Teoría General de Sistemas la
cual ayuda mediante la Educación para la
salud, a que las personas adquieran herramientas que les ayude a afrontar situaciones de estrés debido a situaciones
adversas en las cuales pueden encontrarse.
La pedagogía
forma parte de la salud ya que Educar en salud es la esencia del
tratamiento terapéutico No es suficiente con introducir dietas, comentar a la
persona afectada la necesidad del ejercicio físico y los fármacos: es
necesario, básico e imprescindible educar al paciente sobre su patología y
motivarlo para que adquiera protagonismo sobre su auto cuidado. Por tanto no
hay implicación o afrontamiento que no contemple la pedagogía como parte
integrada de la salud. Sin la aplicación de las prácticas educativas que den
seguridad a la persona con situación adversa sería difícil la interiorización
del proceso de curación o paliación de la misma. Ya que:
“La salud es un
estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades.” Esta cita pertenece al Preámbulo de la
Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptada por la
Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York en 1946 y firmada
por los representantes de 61 Estados.
El concepto de
salud ha ido evolucionando a lo largo de los tiempos, de acuerdo a parámetros
de bienestar modélicos en cada sociedad. En la actualidad, y a propuesta de la
OMS, se considera que el estado de salud es más que la ausencia de
enfermedades, es “un estado de buena adaptación de crecimiento y desarrollo”.
Pensemos
que cualquier situación “de no salud” provoca una serie de trastornos a
nivel global o parcial en la persona, en los niños y jóvenes estos puede llegar a acusarse, citando a Prugh,D “Las respuestas
inmediatas a la enfermedad incluyen abatimiento, trastornos del sueño, terrores
nocturnos, trastornos del apetito como la anorexia y el rechazo a la comida, con
frecuencia puede observarse hiperactividad e irritabilidad en ellos”.
En consecuencia,
la tensión emocional, social, ambiental…
puede desencadenar alteraciones en el equilibrio biofísico del niño y las
familias.
En situaciones de
adversidad en salud, cada niño o joven tiene estímulos diferenciados, y ello comporta
respuestas diferentes dependiendo del propio proceso de lucha a diversos
niveles. No obstante, el modo en que la enfermedad va a afectar al proceso
cotidiano de desarrollo está influido entre otras causas por: La naturaleza de
la enfermedad en sí misma, -en ocasiones al recibir el diagnostico este puede o
no ser aceptado por los padres, ya que solo con nombrar posibles patologías
pueden desencadenar duelos anticipados- y en el momento evolutivo -considerando que no es
lo mismo una patología en edades tempranas, adolescencias…-. Así como: el pronóstico, limitaciones y retrasos asociados
que esta pudiera derivarse de la situación de adversidad en salud, siendo de gran importancia la respuesta de la
familia durante el proceso y los
refuerzos necesarios para dotar al proceso de normalidad. Por tanto, hemos de
ser conscientes del valor que la
pedagogía… en todo el proceso…
No obviemos que toda enfermedad puede producir
efectos psicológicos negativos, adquiriendo importancia aquellos que inciden
sobre el autoconcepto infantil y actúan sobre la vulnerabilidad y dependencia
del niño. A ello hay que sumar los sentimientos de ansiedad, indefensión, miedo
e inseguridad.
EL NIÑO COMO “SER”
El niño, durante
su desarrollo, presenta una serie de necesidades que deben ir cubriéndose
durante su infancia y adolescencia. Una situación de carencia de las mismas
puede dar lugar a una larga lista de problemáticas asociadas.
Bayés (1998) considera que una persona padece cuando experimenta o
teme que le acontezca un daño físico o psicosocial que valora como un peligro
importante para su vida o integridad
psicosocial y/u orgánica y, al mismo tiempo, cree que carece de recursos para
resultar vencedor en la amenaza.
El miedo a los tratamientos influye en el
estado del niño enfermo. La esencia del sufrimiento (Shaver, 2002) puede ser destilada en tres categorías
generales:
· Abandono de sí
mismo
· Aislamiento
· Pérdida de significado
Las intervenciones terapéuticas
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Abandono de sí mismo
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Escucha reflexiva,
validación, presencia silenciosa, ayuda para crear un espacio de cuidado
seguro y el afecto incondicional.
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Aislamiento
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La comunicación de
ayuda, compartir historias, énfasis en vivir el presente.
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Pérdida de significado
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Revisión de la vida,
reorientación del sentido de control y hacerle participar al enfermo en lo
que él desee.
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Para ayudar a disminuir
el sufrimiento de una persona será preciso trabajar los siguientes objetivos:
Identificar
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Síntomas, estados o situaciones
-biológicos, cognitivos o cambiantes- que son valorados por el paciente como
una amenaza importante, estableciendo su grado de priorización amenazadora
desde su punto de vista.
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Eliminar
Compensar
Atenuar
|
Los síntomas. Si no es posible
conseguir su eliminación o paliación, será necesario tratar de suavizar la
amenaza que representan para cada paciente, incrementando sus recursos y
percepción de control sobre la situación, al facilitarle, por ejemplo, en la
medida de lo posible, una información que sea, a la vez, veraz, clara y
tranquilizadora.
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Descubrir
Potenciar
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Los propios recursos
del niño enfermo, o proporcionarle nuevos, con el fin de disminuir, eliminar
o prevenir su sensación de indefensión e incrementar su percepción de control
sobre la situación. Le será de mucha ayuda facilitarle el aprendizaje de
habilidades de comunicación, técnicas de solución de problemas que le
permitan en cada momento el mayor grado de decisión y autonomía posibles.
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Incrementar
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El grado de
predicción sobre la situación para
proporcionar mayor seguridad.
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Tratar
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La depresión con
medidas farmacológicas y/o psicológicas para modificarla o compensarla.
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Procurar
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Siempre que sea
posible, eliminar o paliar el sufrimiento aumentando su gama de
satisfactores, proporcionando al enfermo un sentimiento de serenidad que le
permita vivir el momento presente de la manera más completa.
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Bayés, R. (2001)
Para paliar los efectos negativos sería conveniente
considerar:
Punto de partida
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·
Pedagogía y salud han de trabajar de
manera conjunta en la evolución del proceso terapéutico del paciente.
·
Unir pedagogía y salud es trabajar
bajo un modelo de intervención basado en el paciente como ser, como un
sistema, donde la actitud es el principal artífice para una mejoría en el
enclave paciente-alumno.
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Ideas básicas
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·
La afectividad, la empatía y el
conocimiento de las patologías favorecen el grado de corresponsabilidad,
potenciando y motivando el grado de implicación del paciente en su
tratamiento.
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El niño como niño
|
·
Las personas como seres distintos, únicos, y es por eso que
en situaciones concreta, cada una de ellas responde con una actuación diferenciada.
·
La persona es un todo, algo global; y
es necesario partir de la intersección
de pedagogía y la salud como un recurso a la estabilidad emocional para
contribuir de esta manera a una mejora anímica en general y, en consecuencia,
a un mejor estado de bienestar.
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T. Castillo (2004)
Se ha de tener presente que las personas delante de
cualquier pérdida de estabilidad, y evidentemente la falta de salud lo es,
buscan apoyo de comprensión; éste se hace necesario para sentirse un poco más
protegidos frente a sus miedos. Por tanto la función educativa, ha de estar
incluida dentro de todo proceso para que la persona pueda interiorizar aquellas
intervenciones de prevención, seguimiento e autocuidado de procesos saludables.
Donde convencida de que la pedagogía es absolutamente necesaria para vivir
sanamente.
Y ahora propuestas…
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