Cuando hablamos de buen trato, pensamos en hacer el bien, en ser buenas personas y ser bueno con los demás. Dar esa caricia, ese abrazo, ese beso en la frente a alguien cuando éste se derrumba, en ser positivo, respetar a los demás, intentar que nadie se sienta solo o sola y por encima de todo, que nadie, ni ningún niño ni ninguna niña sea despreciado por uno de sus compañeros/as, ya bien sea su vecino, su amigo de clase o su primo.
El buen trato empieza siempre con uno mismo, con el ser interior que cada persona lleva dentro, darte valor, escucharte y conocerte bien.
¿Cómo vas a ser buena persona y tratar correctamente a los demás si no te puedes querer ni te tratas bien a ti mismo?
Empieza por quererte, por darte esa caricia a ti mismo, por darte besos frente a un espejo, por dejar los complejos y problemas de lado y escucharte, respetarte, darte tiempo y saber perdonarte.
Ser feliz, dejar volar tu imaginación, tus preocupaciones, tu capacidad de creación, de superación… Que te sientas bien hará que toda la gente de tu alrededor también note esa buena energía, y hay muchísimas mas posibilidades de llevarte mejor con todas las personas que conviven contigo.
Si crees en ti, te respetas a ti primero, eres bueno y tienes respeto por los demás, el buen trato, te nacerá solo.
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