miércoles, 5 de febrero de 2020

12 de Febrero presentación Educar en el Hospital Hoy Música. 18H IEI



Nueva propuesta educativa y reconocimiento a todas las personas que llenan con su música el alma de los niños.El día 12 a las 18h IEI.

Jean-Jacques Rousseau consideró la música como “Arte de expresar determinados sentimientos de un modo agradable al oído”. Según el compositor francés Claude Debussy, impresionista musical el cual sus innovaciones armónicas abrieron el camino a las nuevas tendencias musicales del siglo XX. Consideraba a la música como “un total de fuerzas dispersas expresadas en un proceso sonoro que incluye: el instrumento, el instrumentista, el creador y su obra, un medio propagador y un sistema receptor”.

La música ha de formar parte de contextos hospitalarios, no en vano, la visión de terapéutica que de ella se desprende ha sido tratada a través de los siglos y culturas diversas para ayudar con sus beneficios a personas de todas las edades en procesos adversos y en terapias complementarias. Pero es en el siglo XX se incrementa el recurso considerando el beneficio en tratamientos.

Psicológicamente, la música puede despertar, evocar, estimular, robustecer y desarrollar diversas emociones y sentimientos. Es una fuente de placer, y puede provocar catarsis y sublimaciones. También puede traer a la memoria olores y colores, y modificar el estado de ánimo del oyente y su percepción del espacio y del tiempo.

Jacques Dalcroze, compositor y teórico suizo (1865-1950) , que dice que “El cuerpo es la fuente, el instrumento y la acción primera de todo conocimiento ulterior”; por ello es conveniente realizar actividades que favorezcan la toma de conciencia corporal, la contracción y relajación muscular, el estudio de actitudes estéticas, la utilización del espacio, la memorización de gestos, la ejercitación de reacción auditiva, la localización relativa del sonido y el desarrollo de las cualidades musicales”. Uso de la música.

La música ha sido utilizada para conseguir una gran variedad de resultados, no sólo en el medio hospitalario, sino también en la comunidad y en los ámbitos residenciales. Algunos de estos usos se resumen a continuación:

Reducción de la ansiedad: Para minimizar la ansiedad en personas durante la hospitalización y bajo procedimientos desagradables o invasivos. Relajación: Ayudar a las personas a que se relajen. El efecto de la relajación se ha medido en términos del efecto que produce en la frecuencia cardiaca, respiratoria y presión arterial.

Reducción del dolor: Reducir el dolor severo o reducir la necesidad de analgesia en pacientes con dolor agudo o crónico.

Mejorar la función cognitiva: Mejorar la función cognitiva en términos de comportamiento, alimentación y para reducir al mínimo el uso de limitaciones físicas en las personas con demencia.

Amortiguar el ruido: Para reducir al mínimo el efecto que los ambientes ruidosos, como quirófanos y unidades de cuidados críticos, producen en los pacientes.

Aumentar la satisfacción: Para aumentar el grado de satisfacción de los pacientes y sus acompañantes por medio de los cuidados administrados recibidos en el hospital por los pacientes y sus acompañantes. Mejorar el estado de ánimo: Para mejorar el estado de ánimo y los sentimientos de bienestar de pacientes pertenecientes a diversos grupos.

Tolerancia al ejercicio: Para mejorar el mantenimiento y la tolerancia al ejercicio en personas sanas y en aquellas que padecen una enfermedad crónica.

Tolerancia a procedimientos: Para mejorar la tolerancia de las personas a los procedimientos desagradables o invasivos, tales como la inserción de catéteres intravenosos, procedimientos quirúrgicos, curas de quemaduras y quimioterapias, entre otros.

Cuando hablamos de música como terapia, tenemos que dirigir la mirada a la capacidad que esta tiene de ser adaptada a todas las diferentes problemáticas que pueden generar las patologías en el menor ayudando a canalizar las energías, conectar con la realidad o facilitar espacios donde la creatividad y la fantasía refuerzan los estados emocionales y el retorno del equilibrio del niño o joven ingresado.

Los diferentes estilos de música pueden producir varios estados de ánimo que al mismo tiempo repercuten en las funciones psicomotoras y cognitivas. Al percibir estímulos musicales, ya sean agradables o no, producen cambios en algunos de los sistemas de neurotransmisión al cerebro.

El concepto de salud ha ido evolucionando a lo largo de los tiempos, de acuerdo a parámetros de bienestar modélicos en cada sociedad. En la actualidad, y a propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que el estado de salud es más que la ausencia de enfermedades, es “un estado de buena adaptación de crecimiento y desarrollo”.

Objetivos de las actividades de música en el aula hospitalaria. Expresión Musical Potenciar la sensibilidad, creatividad, imaginación y bienestar.

Educar en expresión musical y en el dominio de del lenguaje musical por medio de la experimentación del cuerpo, de los ritmos, la voz, los instrumentos y la audición música.

Trabajar ejercicios que ayuden a la de relajación tomando en consideración las actividades de respiración que mejoren el autoconocimiento y autocontrol.

Realizar actividades de improvisación potenciando ritmos que puedan favorecer la atención, concentración y memoria musical.

Trabajar el lenguaje musical como forma de comunicación y conocimiento.

Desarrollar valores y actitudes posibilitadoras de la aceptación de la diferencia, la diversidad y el mestizaje transmitida mediante las diferentes formas musicales.

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