Hoy, en los talleres de magia, hemos querido centrarnos en la importancia de la entrega a la hora de hacer un voluntariado y empatizar con los niños y niñas hospitalizados. Entregado nuestro tiempo y disponibilidad a su entera disposición.
La magia educativa tiene un poder transformador. No solo despierta la imaginación, también estimula el pensamiento, mejora la atención y fortalece la autoestima. Pero, sobre todo, conecta. Conecta corazones, emociones y miradas que muchas veces han olvidado como es sentirse sorprendidos y alegres.
A la hora de hacer esa magia, es importante una entrega completa a esta misión. Escuchar, observar, adaptarse. Cada niño y niña son únicos, y el objetivo no es solo hacer magia, sino crear un espacio seguro donde se pueda ser niño o niña de nuevo, donde pueda jugar, aprender y soñar. A veces una simple varita mágica o una carta que desaparece puede ser una herramienta muy especial, para que esos sueños se activen y florezcan de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario