Hoy, en el Aula Hospitalaria, seguimos con los talleres de magia educativa. Hemos querido trabajar el salir de la zona de confort. Si siempre hacemos lo mismo, y no innovamos, eso nos hace sentirnos seguros, pero no nos hace crecer y avanzar en cualquier ámbito.
Con los niños y niñas, hemos hecho magia, pero juegos completamente nuevos para evadirnos de la sensación que puede producir a nivel emocional el ingreso hospitalario.
Los juegos en las habitaciones crecían con cada sonrisa esbozada por los participantes, e incluso, en las actividades educativas, enseñamos a los niños y niñas a utilizar la imaginación y aportar nuevas opciones para saber si podíamos crear nuevas formas de ilusionismo. Y así, ellos/ellas mismos, eran agentes que propiciaban el propio crecimiento, tan necesario para que la creatividad forme parte del contexto del aula hospitalaria.
Ha habido un niño que un juego que se suele hacer a dos manos ha conseguido hacerlo con una sola mano: evolución, creatividad, entusiasmo, y porque no decirlo.... una nueva forma de aprender.
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