Como es habitual, hoy nos ha vuelto a visitar Javi y sus cuencos tibetanos, para ofrecernos una mañana de relajación. Los niños se lo han pasado realmente bien viendo un tipo de música al que estamos poco acostumbrados, y han disfrutado un montón escuchándola y tocando estos instrumentos.
Todos hemos disfrutado de una mañana muy entretenida, en la que el tiempo ha pasado volando sin darnos cuenta.
Como es habitual, hemos ido a ver a los niños que no pueden salir de sus habitaciones. Así que hemos trasladado la música hasta allí, y ha sido fascinante, con un recibimiento muy bueno y con un una sonrisa en cada niño y niña que nos a alegrado la mañana.
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