lunes, 24 de octubre de 2016

Hoy, hemos empezado la semana de la Castanyada! Una semana que dedicaremos a hacer actividades y juegos relacionados con las castañas, los moniatos, el marrameu y la castanyera. 

Para empezar, hemos interpretado teatralmente la historia del marrameu, pero la historia de verdad. En la aula hospitalaria, el marrameu no muere, ni le peta en los morros nada. Aquí, el marrameu tiene un final muy diferente donde por suerte no pierde una de sus siete vidas.


Hemos tenido una compañera muy simpática, la Lucia, que al final se ha convertido en una más del grupo de marrameus. 





Ahora os vamos a enseñar la verdadera historia de "Marrameu", el famoso gato que aparece en la "Castanyada". El mismo relato que contamos a nuestros niños y niñas del aula hospitalaria. 

Desarmamos la leyenda de Marrameu

Hoy os quiero contar lo que le pasó de verdad a este gato tan conocido por todos los niños, el gato Marrameu.
Marrameu era un gato que vivía en la montaña en medio del bosque. A  Marrameu le gustaba mucho cocinar, pero no cocinar cualquier cosa sino que le gustaba mucho cocinar castañas, que eran su comida preferida.
Cada día por la mañana cuando se despertaba, desayunaba y salía al bosque a recoger castañas. Sus amigos le ayudaban a recogerlas , así Marrameu tenía muchas y los invitaba a comer. Y no sólo hacía castañas asadas sino que las hacía de muchas maneras (confitadas, al horno, un pudding ...) y eso les encantaba a todos sus amigos.
Pero una noche  Marrameu estaba tostando castañas y vio como de la sartén salía una disparada a gran velocidad, pensaba que le iría a parar a los morros, pero salió corriendo. Él y sus amigos se llevaron un gran susto. Al cabo de un rato, otra hizo lo mismo, saltó de la sartén, parecía que le iba a parar a los morros pero salió corriendo. Y pasó así con casi todas las castañas, desaparecían como por arte de magia.
La noche siguiente en Marrameu volvió a tostar castañas, pero esta vez se puso muy cerca de la sartén para vigilar muy bien a las castañas, no quería que se volvieran a escapar. Y de golpe una castaña se empezó a mover, Marrameu se sobresalto. No entendía por qué las castañas se movían. Cogió la castaña que se movía y cuando la levantó de la sartén ... sorpresa !! Vio un duende agarrado a la castaña y tal fue el asombro de Marrameu que cayó de culo al suelo. Y al volverse a poner derecho le dijo al duende:
- Eh !! Señor duende que haces en mis castañas ??
El duende miró a  Marrameu avergonzado y dijo con una voz por debajo de la nariz:
- Es que ... verá ... se que verá señor Marrameu, a mí me encantan las castañas, pero como soy tan pequeñito todos me las quitan, y ​​cuando consigo coger alguna no puedo cocinarla porque no tengo fuerza ... y pensé que podría robarle alguna ya que usted tiene tantas. Y ... me estaba esperando a que estuvieran bien tostadas para dar un salto coger la castaña y salir corriendo a casa.
Marrameu lo miró y le dijo:
- Eh señor duende, puede venir a comer castañas a mi casa cuando quiera, yo le invito, no hace falta que me las robe.
Y el duende esbozo una gran sonrisa y le dijo:
- De verdad señor Marrameu ??
- Claro que sí! Yo siempre comparto lo que tengo con mis amigos - dijo  Marrameu con una sonrisa de oreja a oreja.
Y desde aquel día a  Marrameu no le desaparecieron más castañas, y el duende pudo comer castañas siempre que le apetecía.
Así que ya sabéis niños y niñas, padres y madres, abuelos y abuelas, no rebento ninguna castaña en los morros de  Marrameu, ni tenemos Marrameu muerto, lo que tenía  Marrameu era un duende algo ladrón.
Así que si algún día os saltan las castañas, mirad bien abajo, que quizás encontréis un duende muy travieso.


Y colorín colorado la leyenda hemos desarmado, y que levante la mano a quien le haya gustado.


Adaptación por: Zulema Iscla 

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