Hoy, en los talleres de magia educativa, hemos querido trabajar, las ganas de jugar, de soñar, de divertirse, de entretenerse, de sonreír, en definitiva, de vivir.
La vida está llena de buenos, no tan buenos y no tan malos momentos que hacen que nuestra existencia, sea una constante subir y bajar de emociones. Que estemos contantemente aprendiendo y en constante evolución.
Si tuviéramos una varita mágica para conseguir que todos y cada unos de esos momentos vividos fueran buenos, y tuviéramos un aprendizaje sin problemas, sin esfuerzos, sin motivación...
¿Aprenderíamos? O quizás esas pruebas que nos depara la vida han de ser de todo tipo para que nuestra maestría alcance su sabiduría máxima.
No lo sabemos y tampoco lo sabremos, pero si es cierta una cosa, cuantos más momentos felices, y llenos de positividad y alegría tengamos en nuestras vidas, mayor será el placer y las ganas de supervivencia.
Es importante rodearnos de personas que sigan ese patrón, y es suficientemente corta la vida, para no querer que así sea.
Hoy hemos hecho juegos de magia, con las siete maravillas del mundo, una manera de fomentar la ilusión por viajar, la curiosidad y el querer descubrir paisajes y sitios diferentes al que nosotros vivimos.
Porque la vida está llena de motivaciones para querer seguir disfrutando de este maravilloso mundo.
Y para finalizar, también hemos regalado cuentos del mago de las sonrisas, un fantástico cuento lleno de magia e ilusión.
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