Hoy ha sido un día de alegría, y lo ha sido, ya que había pocos alumnos.
Estaban en sus colegios habituales. Y eso es buena señal para la salud.
A todo esto.... los alumnos que teníamos, les hemos acercado a la magia del sonido de los cuencos tibetanos.
Ese sonido que encubre y agrada tanto a niños y mayores.
Les ha encantado, el sonido que produce una "olla", y lo divertido que es tocar los cuencos tibetanos....
Ha sido una jornada de esas que casi tenia que "arrancarles" de las manos la baqueta, de lo entusiasmados que estaban al tocar.
Han disfrutado mucho y aprendido más, y eso es lo que cuenta, que sean felices con lo que hacen.
Gracias
Javier Morales
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