Hoy seguimos con nuestros talleres de magia educativa en el Aula Hospitalaria, y en este caso hemos querido trabajar con la Actitud.
La magia y tener una buena actitud comparten similitudes interesantes que se relacionan con su capacidad para transformar situaciones y percepciones, creando posibilidades.
La magia, en esencia, busca crear lo extraordinario a partir de lo ordinario, generando asombro y posibilidades que antes no eran posibles.
Una buena actitud también puede transformar las circunstancias cotidianas, permitiendo ver oportunidades y soluciones donde otros solo ven problemas.
Una buena actitud también tiene el poder de transformar ambientes hospitalarios, familiares o sociales, creando un entorno más positivo y armonioso.
En esencia, ambos actúan como catalizadores de cambio: la magia en el plano de lo visual y simbólico, y la buena actitud en el plano emocional y relacional. Ambos son herramientas poderosas
Cuando entramos en las habitaciones para hacer un juego de magia, es superimportante llevar una actitud positiva ante los que probablemente estén en una situación delicada.
Pero esa actitud, se percibe en nosotros, transmitiendo esa energía ante los que nos ven.
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